Profunda Atención

2015

Galería Arredondo\Arozarena.
México, DF.
Crédito fotográfico: Ramiro Chaves.

Texto para la exposición-
“Toda la infelicidad de los hombres proviene de una sola cosa: no saber estar inactivos dentro de una habitación”. B. Pascal.

La obra de Francisco Ugarte puede entenderse, en una primera aproximación, como una serie de exploraciones estéticas y de orden fenomenológico que se generan en el cruce entre experiencia y percepción. En realidad, su trabajo trata de reflexionar sobre la profunda incapacidad del mundo contemporáneo para la contemplación. Para Byung-Chul Han uno de los pensadores al que constantemente refiere Francisco Ugarte su trabajo y del que seguramente se toma el título de la exposición , "los logros culturales de la humanidad, a los que pertenece la filosofía, se deben a una atención profunda y contemplativa. La cultura requiere un entorno en el que sea posible una atención profunda". Más adelante señala: "Solo la profunda atención impide la versatilidad de los ojos y origina el recogimiento que es capaz de cruzar las manos errantes de la naturaleza. Sin este recogimiento contemplativo, la mirada divaga inquieta y no lleva nada a expresión. Pero el arte es un acto de expresión”.

A pesar de su aparente sencillez y espontaneidad, Profunda Atención es producto de una profunda incubación y de una dilatada maduración. La percepción deviene, después de un largo proceso de reflexión, en contemplación pura.

Una de las claves para acercarse a Profunda Atención radica en reconocer que lo que se tiene frente a uno son obras que, si bien inician con la contemplación, pasan luego por un proceso de rigurosa reflexión. Es por esta razón que el espacio de la galería donde se presentan las piezas se modifica en un inicio hasta despojarlo de todo aquello que no le permita mostrar lo que realmente es, para luego intervenirlo y de esta manera revelar su verdadera esencia.

Las piezas que componen Profunda Atención deben ser vistas pausadamente, tratando de encontrar las correspondencias entre lo que se ve y el lugar donde ocurre eso que se ve. Ejemplo: la superficie negra sobre el piso que "espejea" la ventana que tiene frente a él, nos revela parafraseando el célebre texto de Heidegger sobre un puente las propiedades no sólo de la ventana sino del lugar mismo. Las piezas de Ugarte hacen sitio a lugares.

"...veo el cielo, y no veo más que el cielo. Todos los días transcurren mirando en su rostro el declinar de los colores que llevan del día a la noche". El extranjero, Albert Camus.

Estamos ante un conjunto de libros de autores clásicos -Camus, Hemingway, Wilde- y Francisco Ugarte decide subrayar lo que aparentemente no es relevante en las obras literarias seleccionadas, es decir, las descripciones de los ambientes y de las atmósferas donde se genera el tema literario. Esta cuidada operación nos explica cómo otra verdad en este caso una verdad de orden físico y no literario se presenta como una nueva evidencia y nos permite ver la obra desde la óptica del lugar y de su atmósfera. La contemplación, la Atención profunda, nos posibilita acceder a un mundo que se encuentra oculto bajo el velo de la utilidad argumentativa y de la verdad racional.

Dos líneas de grafito negro formando una cruz. Una línea más tenue que la otra que surge al empalmar y presionar dos hojas en una libreta, cada hoja con una línea. Una línea es deliberada y la otra no lo es. Luego, la cruz se transporta a una escala mayor, pero esta vez la imagen no es producto de una operación de empalme, sino que es elaborada manualmente, en donde cada línea es resultado de cientos de líneas. Algo que surge de una idea abstracta se convierte en una operación sencillamente artesanal. Dos maneras de imaginar presencia.

"El mundo del poeta decía Wallace Stevens depende del mundo que ha contemplado". El mundo de Francisco Ugarte es, en este sentido, el mundo del silencio y de la observación; el mundo del misterio y la re-velación.

Sergio Ortiz.