La pintura se relaciona estrechamente al dibujo en el trabajo de Francisco Ugarte. Parte de abordajes conceptuales y minimalistas como la utilización del brochazo o del rastro de diferentes materiales sobre el lienzo, pero se adentra también a exploraciones cromáticas y de intervenciones al cuadro visto como elemento arquitectónico. Estas composiciones comprenden el acto de pintar desde un aspecto procesual y como una acción y momento particular en el que el artista pone en juego toda su subjetividad. Siguiendo su metodología de trabajo, el artista parte de un número definido de recursos para explorar cómo estos se van relacionando en un entorno delimitado.